Tengo 60 años, soy bogotana, administradora de empresas y herbóloga, soltera, madre cabeza de familia y desde hace más de 28 años empecé a caminar por el infinito mundo de las plantas medicinales y la naturopatía. Desde hace quince años he trabajado en el proceso de inclusión de las medicinas y las terapias ancestrales y alternativas en el sistema de salud pública colombiano. Hoy gracias a una gestión durante 10 años de FUNIBA que dirijo hace doce, hemos logrado que la política de salud pública incluya las medicinas y terapias alternativas dándole un marco legal a una práctica ancestral.